- viernes, diciembre 30, 2016
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El último Reto Alfabeto Dulce del año, y a pesar de que todos los meses la participación es excepcional y vuestros postres son una maravilla, estoy segura que en este mes de diciembre os vais a esmerar todavía más si cabe. También es verdad que es un mes complicado y que nuestra cita se encuentra muy cerca de fechas muy señaladas en las que el que más y el que menos tiene muchísimas cosas que preparar.
Aún así me gustaría aprovechar la ocasión para daros las gracias por acompañarme mes a mes ya por tercer año consecutivo y sobretodo quiero desearos una MUY FELIZ NAVIDAD. Espero que disfrutéis estas fiestas tan entrañables y tan familiares rodeados de vuestros seres queridos.
Y dicho esto, vamos a centrarnos. Este mes nuestras queridas Maite de Antojo en tu cocina y Jessica de Los Dulces de Ma-Ma han sido las encargadas de elegir los dos ingredientes para preparar este reto de final de año.
- viernes, diciembre 23, 2016
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Estamos en plena cuenta atrás. El viernes tenemos una nueva cita con el #retoalfabetodulce, con el último de este año. El sábado es Nochebuena y el domingo Navidad, y como siga así me arranco a cantar villancicos... Una semana mágica, para disfrutarla con familia y amigos, para disfrutarla con el corazón, época de reencuentros navideños, por eso quiero empezarla con una receta especial, una receta para celebrar...
Os voy a confesar que esta receta la preparé el año pasado, pero no llegué a publicarla. Muchas veces no se trata de encontrar tiempo para preparar una u otra receta, en mi caso se trata más bien de encontrar el momento de sentarme a escribir la entrada.
Hasta hace unos años en España, lo tradicional en estas fechas era comer los típicos dulces navideños como el turrón, el mazapán, los polvorones y mantecados, pero desde hace un tiempo a esta parte, e influenciados por el boom de la repostería creativa, cualquier dulce es apto para estas fiestas.
Yo sinceramente lo agradezco porque los tradicionales turrones y polvorones no es que me emocionen. Si tengo que comerlos los como, pero también os digo que puedo vivir sin ellos perfectamente.
Por eso hoy os traigo una charlotte o carlota muy navideña. Este postre de origen francés se prepara forrando un molde de lados altos con bizcochos de soletilla o lady fingers y rellenando su interior con crema bávara o crema pastelera. Al desmoldarlo, los bizcochos quedan en el exterior rodeando el relleno aportándole un aspecto característico.
Se cree que su origen se debe a una variación de la Charlotte Royale, en la que se prepara un swiss roll o brazo de gitano que se corta en rodajas para posteriormente forrar con ellas un molde con forma de semiesfera y rellenar el centro de éste. Hace tiempo preparé una Charlotte Royale de fresas y es una tarta muy vistosa, muy adecuada también para una celebración.
En este caso, el interior de esta charlotte es un relleno de queso crema con café con leche, que para finalizar una comida o cena festiva yo creo que está genial. Será que como a mi me gusta tanto el café…
CHARLOTTE DE NAVIDAD
INGREDIENTESPara el aro de galletas
- 16 ladyfingers
- 50 gr. de chocolate blanco
- Sprinkles (en forma de copos de nieve)
Para el cheesecake
- 200 gr. de yogur griego
- 300 gr. de queso crema
- 100 gr. de nata líquida para montar 35% M.G.
- 100 gr. de azúcar
- 50 gr. de chocolate blanco
- 1,5 gr. de agar agar
- 2 cucharaditas de café expresso
- Copos de chocolate blanco
ELABORACIÓN
Primero vamos a preparar los bizcochos que forman el aro de la charlotte. Fundimos el chocolate blanco al baño maría y sumergimos un extremo de cada una de los bizcochos en el chocolate y después las cubrimos con sprinkles (en este caso con forma de copo de nieve). Dejamos secar sobre un papel de horno.
En un recipiente batimos el yogur griego, el queso crema y el azúcar. Reservamos.
En un vaso disolvemos el café en un poco de nata líquida, lo ponemos en un cazo junto con el agar agar y dejamos que cueza 1 minuto.
A continuación incorporamos esta mezcla en la crema de queso y yogur y mezclamos bien. En un recipiente aparte montamos la nata a punto de nieve y la agregamos a la crema anterior mezclando con ayuda de una espátula con movimientos envolventes para que no pierda firmeza.
Vertemos un poco de crema en el fondo del molde. Colocamos los bizcochos verticalmente en todo el perímetro del molde con la parte del chocolate hacia arriba y rellenamos hasta el borde con la crema restante. Refrigeramos al menos 4 ó 5 horas aunque es mejor dejarlo toda la noche.
Desmoldamos la Charlotte y la colocamos en un plato. Rodeamos los bizcochos con un lazo que además nos va a servir para que los bizcochos estén bien sujetos. Espolvoreamos copos de chocolate blanco por encima y colocamos el ciervo (*) cubierto de chocolate.
(*) Para hacer el ciervo de chocolate he utilizado una figura de plástico y la he cubierto con chocolate blanco que he fundido al baño maría.
Un cheescake vestido de Navidad, un pastel de queso festivo y que podéis decorar así o como más os guste, porque rico, está de cualquiera de las maneras. Lo mismo os digo en cuanto al sabor, podéis preparar vuestra combinación con queso preferida.
También podéis preparar el cheesecake en el horno, y una vez desmoldado, decorarlo colocando los bizcochos alrededor y atándolos con un lazo e incluso utilizar gelatina en vez de agar-agar. Como veis las posibilidades son infinitas, siempre adaptándose a los gustos del que prepare la receta.
Sé que esta semana es complicada, el que más y el que menos tiene que viajar, cocinar, salir de compras, trabajar... Muchas cosas por hacer, pero a pesar de todo nos veremos a ratitos por aquí o por redes sociales. Yo espero también poder dar un abrazo no virtual a algunas de mis queridas amigas reposteras.
Aprovecho para enviaros mi mensaje de ¡¡Feliz Navidad!! y daros las gracias por acompañarme un año más en estas fiestas tan especiales.
Fuente: Lisbeths
- lunes, diciembre 19, 2016
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Ya se respira ambiente navideño en las casas, en las calles... Todas las ciudades están ya engalanadas, llenas de adornos y luces para celebrar la Navidad. Y nosotros no íbamos a ser menos, y por eso este mes el reto #reposterasporeuropa se viste de fiesta.
Este mes de diciembre, tenemos la libertad de elegir el destino, el país europeo dónde queremos viajar y escoger un postre para celebrar esta fiesta mágica de la Navidad. Por eso me gustaría contaros las tradiciones navideñas que tienen algunos de los países europeos que ya hemos visitado o que aún tenemos pendientes de visitar y cuales son los dulces que preparan por estas fechas.
En muchos países del norte y centro de Europa es muy común que se organicen mercadillos de Navidad en los que se pueden comprar productos artesanales, además de probar productos típicos de la gastronomía local. En aquellos países donde hace mucho frío es muy típico beber el vino caliente especiado durante el período de Adviento.
En Alemania es tradición que la familia reciba un plato lleno de dulces. Se preparan muñecos de fruta y casitas de jengibre y dulces como el "christstollen" o pan de Navidad, que recuerda por su forma a un niño recién nacido envuelto en pañales, por eso se cubre con azúcar glacé.
Los dulces típicos navideños en Italia son el "panettone", un bollo tipo brioche relleno de frutas o pepitas de chocolate y que a mi particularmente me apasiona, típico de la ciudad de Milán o el "pandoro" también de masa brioche con forma troncocónica de estrella y un intenso sabor a vainilla, típico de Verona.
En Reino Unido el postre típico de Navidad es el "Christmas pudding" que se prepara con ciruelas y frutos secos. También es habitual elaborar galletas de jengibre, y postres como el trifle o el "yule log" o tronco de Navidad, similar al que preparan en Bélgica.
El postre tradicional de la Nochebuena en Irlanda es el "plum pudding", hecho al vapor con ciruelas, se sirve con una salsa de mantequilla y coñac. También se prepara, con bastante antelación, el pastel de frutas de Navidad, ya que las frutas tienen que macerar varias semanas.
Y como no hay nada más navideño que la tradición de preparar galletas, con las que obsequiar a las visitas en estos días previos a la Navidad y en plenas fiestas, he decidido preparar unas "Spitzbuben cookies" que son unas galletas que se preparan en Suiza.
Así que, me he puesto el gorro de lana, la bufanda y los guantes y para allá me voy. Y ¿por qué? Pues porque no conozco nada de este país, me apetece muchísimo y creo que esta época del año es ideal para visitarlo, aunque de momento tenga que conformarme con este viaje virtual.
A simple vista, estas galletas podrían confundirse con las "Linzer cookies" austriacas, que ya preparé en las Navidades de 2013, si no fuera por un par de diferencias que he visto en ellas. Para preparar las galletas Linzer se utiliza sólo la yema del huevo y a la harina se le añaden almendras o avellanas molidas. En cambio para preparar las Spitzbuben cookies sólo utilizamos clara de huevo y harina de repostería.
GALLETAS SPITZBUBEN
INGREDIENTES
- 250 gr. de mantequilla pomada
- 125 gr. de azúcar glacé
- 1 clara de huevo
- 2 cucharaditas de azúcar vainillado
- 1 pizca de sal
- 350 gr. de harina
- Mermelada o dulce de leche para rellenar
ELABORACIÓN
En el vaso de la batidora de pie ponemos a batir la mantequilla hasta que esté cremosa. Añadimos el azúcar glacé, el azúcar vainillado y la sal y seguimos batiendo.
A continuación añadimos la clara de huevo y seguimos batiendo hasta que se integre por completo.
Por último incorporamos la harina y la mezclamos con ayuda de una espátula para terminar trabajando la masa con las manos.
Dividimos la masa en dos partes y las envolvemos en papel film. Refrigeramos la masa al menos 1 hora (yo la dejé media hora más).
Espolvoreamos un poco de harina en la mesa y extendemos la masa con un rodillo dejándola aproximadamente de un grosor de 2 milímetros.
Precalentamos el horno a 200º C. Forramos dos bandejas con papel de horno.
Con un cortador redondo con el borde rizado cortamos las galletas y las vamos colocando en la bandeja. Con otros más pequeños con las formas que más nos gusten, cortamos el centro de la mitad de las galletas para así hacer la tapa de arriba.
Antes de hornear refrigeramos las galletas 10 minutos. Horneamos unos 8 minutos hasta que veamos que los bordes de las galletas empiezan a dorarse.
Dejamos que se enfríen por completo sobre una rejilla. Cuando están frías espolvoreamos las galletas con el centro perforado con azúcar glacé.
Ponemos una cucharadita del relleno de nuestra elección sobre la base de cada galleta y colocamos encima la tapa con el centro perforado.
Lo normal es rellenarlas con mermelada. En esta ocasión, he rellenado la mitad con dulce de leche clásico, que amablemente me envió Márdel a casa y la otra mitad con una mermelada cítrica riquísima de la marca Mackays, de naranja, pomelo y limón, "made in Scothland" que he descubierto y de la que estoy enamorada.
Unas galletas deliciosas, eso me han contado, pero que saben a muy poco sobretodo cuando sólo te dejan probar una... Prometo que no estoy exagerando.
Las niñas fueron muy claras: "éstas no te las llevas a la oficina".
La semana que viene ya es Nochebuena, una noche especial para pasarla en familia y celebrar el nacimiento del Niño Jesús. También es una noche de amor, alegría e ilusión, sentimientos que deberían estar siempre presentes en nuestras vidas.
Esta semana, en cambio, es la semana de las comidas y cenas de empresa. Igualmente nos veremos la semana que viene porque seguiré publicando más recetas navideñas, más ideas para preparar en estas fiestas.
Este mes imagino que habrá un montón de recetas. Ojalá no coincidamos y así poder disfrutar de un "reto navideño multi destino". Y vosotros ¿qué habéis preparado?
Fuente: Albahaca y Canela
- jueves, diciembre 15, 2016
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Después de haber dado el pistoletazo de salida a la Navidad, con las luces navideñas ya encendidas, los árboles de navidad ya decorados y los belenes ya puestos, seguimos con esta sección especial de “recetas navideñas”.
Hoy os traigo un bundt cake muy especial y muy especiado. Un bundt cake con unos sabores que si me preguntáis hace unos años os hubiera dicho que no eran santo de mi devoción, pero que ahora me encantan. Me estoy refiriendo al jengibre, del que siempre había renegado y que desde que probé unos cupcakes de jengibre y canela de mi querida amiga Mariana de The Cake Queen, cambié de opinión.
Tanto los bizcochos como las galletas de pan de jengibre o pan de especias, son tradicionales de la repostería navideña del norte y centro de Europa. Tienen un característico sabor especiado que les aporta el jengibre y el resto de especias que se utilizan para su elaboración. Además para endulzarlos se usa melaza o miel y así dependiendo el tipo que utilicemos, serán más contundentes o más delicados.
- martes, diciembre 13, 2016
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