¡¡¡Holaaaaaaaa!!! Bienvenid@s de nuevo al Reto "Alfabeto Dulce". Tras un mesecito de vacaciones, al final dos meses desde la última publicación, habéis vuelto con las pilas cargadas y más fuerte que nunca.

No os quejaréis, que hemos tenido un mesecito de descanso, sin Reto "Alfabeto Dulce", sin publicar, para pensar o mejor dicho para no pensar en nada y para desconectar y cerrar la cocina por vacaciones.

La verdad es que yo he bajado el ritmo, he echado de menos vuestras recetas, y más que a cocinar me he dedicado a pensar con qué recetas engrosar, a partir de Septiembre, la interminable lista de "TO DO".

Fue Eva, de Dulzura Extrema la que, ya casi ni me acuerdo, eligió el ingrediente para el reto de este mes de Septiembre. Un reto muy, muy dulce y muy, muy empalagoso. Hoy todos cocinamos con dulce de leche.


Todos, o al menos yo, pensaba que el ingrediente de este mes era fácil, y no digo que no lo sea. Pero por no caer en la repetición, de verdad que me he roto la cabeza.

Tenía unas ganas locas de comprarme un molde para hacer madeleines y justo el día de mi cumpleaños, fui a hacer un par de recados y comprar algunas cosas para la celebración nocturna que iba a hacer en casa y no pude aguantar más.

Me encanta su forma y el tamaño, claro que esto tiene un peligro: en vez de comerte una magdalena tradicional, de estas te comes cinco.


Son tradicionales de la región de Lorena (Francia) más concretamente de la ciudad de Commercy. Tienen forma ovalada, de pequeña concha. Los huevos se separan y las claras se baten a punto de nieve para que queden más esponjosas, aunque yo batí los huevos sin separarlos pero casi 5 minutos para que espumaran lo más posible.

Ya os conté en Facebook, que hace varios sábados nos fuimos a coger moras a la sierra noroeste de Madrid, más concretamente al municipio de Cerceda.

Tuvimos mucha suerte pues encontramos una zona que no estaba muy "trillada". También os digo que las moras más gordas estaban de lo más inaccesible, además de estar rodeadas de unas maravillosas ortigas tamaño XXL.


Aún así volvimos a casa con más de 1 kilo de moras de buen tamaño y con los brazos y las piernas llenos de arañazos.

¿Cómo os habéis quedado? Síiiiiiii, claro que la lavanda se utiliza para cocinar. Hoy os propongo una receta con doble origen francés.

Tratándose de Francia el país que visitamos este mes, no podemos dejar de perdernos por sus campos de lavanda del sur además de visitar,  por supuesto, sus bonitas y monumentales ciudades.


De Junio a Septiembre esta planta florece en todo su esplendor y cubre de azul y violeta grandes extensiones de terreno en la Provenza francesa llenando de un olor sobrecogedor toda la zona. Un verdadero placer para los sentidos. No en vano estos campos fueron fuente de inspiración para pintores como Van Gogh, Cézanne y Picasso. Por algo sería ¿no?

Hoy os traigo una receta muy, muy especial, porque con ella participo en el "Torneo Duelo de Ases", organizado por mi compi Goyo de I Cake 4 U con motivo del primera aniversario de su blog.