- jueves, febrero 27, 2014
- 31 Comments
Cuando el mes pasado Elena, del blog Época de manzanas pronunció las palabras mágicas "leche condensada", casi me derrito.
Es verdadera pasión lo que tengo por la leche condensada, el ingrediente del "Reto Alfabeto Dulce" del mes de Febrero.
Así de momento se me ocurrieron muchos postres con este ingredientes, como la tarta de arroz con leche, las trufas (pensé en varios sabores), el bizcocho de las tres leches, aunque este último pensé que habría alguien que lo haría, algún flan con fruta, por ejemplo...
Tentada estuve de hacer un cheesecake... pero al final me decidí por esta tarta de limón.
Incluso comencé haciendo fotos del paso a paso, pero justo cuando saqué la base de la tarta del horno, se movió el fondo del molde y me quemé el brazo (parece que me ha arañado un gato jajajajja), y se me quitaron las ganas de seguir con las fotos.
INGREDIENTES
Para la corteza
Para el relleno
ELABORACIÓN
Ponemos todos los ingredientes de la base en un procesador hasta que se empiece a formar una bola. Continuamos amasando con las manos. Cuando la masa este lista, la envolvemos con un papel film y la introducimos en el frigorífico durante media hora.
Precalentamos el horno a 180º C.
Estiramos la masa (unos 3 mm. de grosor), lo justo para forrar un molde desmontable de 24 cm. de diámetro. Cubrimos el molde con la masa y la pinchamos. Ponemos un papel vegetal encimay lo cubrimos con garbanzos.
Horneamos 15 minutos. Retiramos los garbanzos y horneamos 5 minutos. más. Bajamos la temperatura a unos 150º
En un bol mezclamos todos los ingredientes del relleno sin dejar de batir para que se integren perfectamente. Vertemos la mezcla sobre la corteza de la tarta.
Horneamos de 30 a 40 minutos. Dejamos enfriar y espolvoreamos con azúcar glas antes de servir.
Aprovecho para enseñaros la paleta para servir tartas que me regaló mi hija Cristina. Había sido hacía unos días mi cumpleaños y estábamos de vacaciones en Londres.
Ella y su hermana aprovecharon nuestra visita a Covent Garden para comprar mis regalitos de cumpleaños. "The cake server" es de la tienda PYLONES que tiene unas cosas chulísimas.
Y hasta aquí la receta para el Reto "Alfabeto Dulce" del mes de Febrero.
Espero que os haya gustado y que cuando la preparéis, no hagáis como yo: ni os queméis, ni os comáis el mismo número de cucharadas de leche condensada que echéis en la receta.
Es verdadera pasión lo que tengo por la leche condensada, el ingrediente del "Reto Alfabeto Dulce" del mes de Febrero.
Tentada estuve de hacer un cheesecake... pero al final me decidí por esta tarta de limón.
Incluso comencé haciendo fotos del paso a paso, pero justo cuando saqué la base de la tarta del horno, se movió el fondo del molde y me quemé el brazo (parece que me ha arañado un gato jajajajja), y se me quitaron las ganas de seguir con las fotos.
INGREDIENTES
Para la corteza
- 155 gr. de harina
- 80 gr. de manteequilla (en cubitos)
- 2 huevos
- Ralladura de 1 limón
Para el relleno
- 4 huevos
- 140 gr. de azúcar glas + 3 cucharadas para espolvorear
- Zumo de 3 limones
- Ralladura de 3 limones
- 4 Cucharadas colmadas de leche condensada
- 110 ml. de nata líquida
ELABORACIÓN
Ponemos todos los ingredientes de la base en un procesador hasta que se empiece a formar una bola. Continuamos amasando con las manos. Cuando la masa este lista, la envolvemos con un papel film y la introducimos en el frigorífico durante media hora.
Precalentamos el horno a 180º C.
Estiramos la masa (unos 3 mm. de grosor), lo justo para forrar un molde desmontable de 24 cm. de diámetro. Cubrimos el molde con la masa y la pinchamos. Ponemos un papel vegetal encimay lo cubrimos con garbanzos.
Horneamos 15 minutos. Retiramos los garbanzos y horneamos 5 minutos. más. Bajamos la temperatura a unos 150º
En un bol mezclamos todos los ingredientes del relleno sin dejar de batir para que se integren perfectamente. Vertemos la mezcla sobre la corteza de la tarta.
Horneamos de 30 a 40 minutos. Dejamos enfriar y espolvoreamos con azúcar glas antes de servir.
Aprovecho para enseñaros la paleta para servir tartas que me regaló mi hija Cristina. Había sido hacía unos días mi cumpleaños y estábamos de vacaciones en Londres.
Ella y su hermana aprovecharon nuestra visita a Covent Garden para comprar mis regalitos de cumpleaños. "The cake server" es de la tienda PYLONES que tiene unas cosas chulísimas.
Y hasta aquí la receta para el Reto "Alfabeto Dulce" del mes de Febrero.
Espero que os haya gustado y que cuando la preparéis, no hagáis como yo: ni os queméis, ni os comáis el mismo número de cucharadas de leche condensada que echéis en la receta.
- martes, febrero 25, 2014
- 23 Comments
Mi compi bloguera Alba, ha organizado un concurso de recetas italianas para celebrar el primer aniversario de su blog Alf Huevo. Aunque ya la he felicitado, desde aquí aprovecho para darle mi enhorabuena por su trabajo.
El ganador recibirá un premio, acorde con la temática del concurso. ¿Adivináis qué puede ser? Pues nada más y nada menos que una fantástica cafetera italiana.
Me he puesto manos a la obra a ver qué puedo hacer, que no sea el típico tiramisú, que es lo primero que me viene a la mente cuando pienso en postres italianos.
También he recordado aquellos maravillosos helados de Florencia que servían con paleta y que me comía a las 10 de la mañana con tal de "estrenar" la cubeta de la heladería. ¡¡Los mejores que he probado en mi vida!!
Dándole vueltas e investigando aquí y allá, descubrí este "Salami de chocolate", una receta muy divertida y riquísima. Es un postre tradicional italiano, a base de chocolate negro, galletas rotas, frutos secos, mantequilla y huevos, aunque en cada región de Italia, tienen una manera particular de hacerlo.
En sus orígenes se preparaba para Pascua, en lugar de los tradicionales huevos de chocolate pero en la actualidad se consume en cualquier momento del año.
INGREDIENTES
ELABORACIÓN
Ponemos el chocolate troceado en un bol y añadimos la mantequilla también en trocitos. Colocamos el bol sobre una cacerola con agua hirviendo para que el chocolate y la mantequilla se vayan derritiendo al baño maría. Cuando estén derretidos y bien mezclados, retiramos del fuego y dejamos que se enfríe y a continuación añadimos las yemas de huevo.
Cortamos los bizcochos en trozos de diferentes tamaños y las galletas en trocitos muy pequeños, casi hechas migas y los añadimos a la mezcla anterior junto con los frutos secos enteros. Mezclamos bien todos los ingredientes.
Cortamos un trozo de papel de aluminio y lo colocamos en la mesa. Sobre éste colocamos un trozo de papel film y sobre éste, la mezcla del chocolate. Cerramos con el papel film dándole forma de salami. Envolvemos con el papel de aluminio, lo hacemos rodar sobre la mesa y lo introducimos en la nevera al menos unas 4 horas (yo lo dejé de un día para otro).
Desenvolvemos el salamí, lo frotamos con el azúcar glas y lo servimos cortado en rodajas no muy finas.
Es un dulce ideal para los niños (esto lo digo con conocimiento de causa), pero también para los mayores (y esto también). Si lo servís con el café seguro que no dejáis indiferente a nadie.
¿Os imagináis la cara de sorpresa de vuestros amigos cuando junto con el café pongáis sobre la mesa la tabla y el salami? Van a pensar que es una morcilla de Burgos... Jajajajjajaa.
Y esta es mi aportación al concurso. Espero que os haya gustado y sobretodo que os animéis a prepararlo en casa.
¡¡Arrivederci!!
El ganador recibirá un premio, acorde con la temática del concurso. ¿Adivináis qué puede ser? Pues nada más y nada menos que una fantástica cafetera italiana.
Me he puesto manos a la obra a ver qué puedo hacer, que no sea el típico tiramisú, que es lo primero que me viene a la mente cuando pienso en postres italianos.
También he recordado aquellos maravillosos helados de Florencia que servían con paleta y que me comía a las 10 de la mañana con tal de "estrenar" la cubeta de la heladería. ¡¡Los mejores que he probado en mi vida!!
Dándole vueltas e investigando aquí y allá, descubrí este "Salami de chocolate", una receta muy divertida y riquísima. Es un postre tradicional italiano, a base de chocolate negro, galletas rotas, frutos secos, mantequilla y huevos, aunque en cada región de Italia, tienen una manera particular de hacerlo.
En sus orígenes se preparaba para Pascua, en lugar de los tradicionales huevos de chocolate pero en la actualidad se consume en cualquier momento del año.
INGREDIENTES
- 200 gr. de chocolate negro
- 100 gr. de mantequilla
- 2 yemas de huevo
- 80 gr. de galletas Digestive
- 55 gr. de bizcochos tipo "lady fingers"
- 60 gr. frutos secos (avellanas, almendras, piñones, pistachos)
- Azúcar glas (para el exterior)
ELABORACIÓN
Ponemos el chocolate troceado en un bol y añadimos la mantequilla también en trocitos. Colocamos el bol sobre una cacerola con agua hirviendo para que el chocolate y la mantequilla se vayan derritiendo al baño maría. Cuando estén derretidos y bien mezclados, retiramos del fuego y dejamos que se enfríe y a continuación añadimos las yemas de huevo.
Cortamos los bizcochos en trozos de diferentes tamaños y las galletas en trocitos muy pequeños, casi hechas migas y los añadimos a la mezcla anterior junto con los frutos secos enteros. Mezclamos bien todos los ingredientes.
Cortamos un trozo de papel de aluminio y lo colocamos en la mesa. Sobre éste colocamos un trozo de papel film y sobre éste, la mezcla del chocolate. Cerramos con el papel film dándole forma de salami. Envolvemos con el papel de aluminio, lo hacemos rodar sobre la mesa y lo introducimos en la nevera al menos unas 4 horas (yo lo dejé de un día para otro).
Desenvolvemos el salamí, lo frotamos con el azúcar glas y lo servimos cortado en rodajas no muy finas.
Es un dulce ideal para los niños (esto lo digo con conocimiento de causa), pero también para los mayores (y esto también). Si lo servís con el café seguro que no dejáis indiferente a nadie.
¿Os imagináis la cara de sorpresa de vuestros amigos cuando junto con el café pongáis sobre la mesa la tabla y el salami? Van a pensar que es una morcilla de Burgos... Jajajajjajaa.
Y esta es mi aportación al concurso. Espero que os haya gustado y sobretodo que os animéis a prepararlo en casa.
¡¡Arrivederci!!
- viernes, febrero 21, 2014
- 26 Comments
¡Por fin! Por fin unos macarons que os pueda enseñar después de los desastres anteriores.
Conseguidos a través del método prueba y error. Jajajajja, sí. Probamos y salen mal. Volvemos a probar intentando dar una solución a lo que nos ha fallado la vez anterior y creemos haber dado con ella, pero noooooo: ahora salen mal pero por otro motivo.
Esta entrada debería titularse "Malditos macarons". Suena a nombre de película. Y es que con mis intentos, pruebas, errores, desastres y cubos de la basuta, hay material para hacer una peli y presentarla a los Oscar´s reposteros.
He leído mucho acerca de los macarons y he intentado averiguar cuales han sido los errores que he cometido en mis múltiples intentos.
Primero os dejo la receta con las cantidades (he visto diferentes recetas) y es la que mejor me ha funcionado.
INGREDIENTES
ELABORACIÓN
Con estas cantidades me han salido unas 32 conchas (16 macarons).
Primero preparamos la plantilla sobre la que colocamos un trozo de papel vegetal del tamaño de la bandeja del horno. Yo lo sujeto con clips para que no se me mueva mientras estoy haciendo los macarons sobre el papel.
Montamos las claras a punto de nieve. Cuando estén prácticamente montadas, añadimos el azúcar y seguimos batiendo. A continuación agregamos el colorante y terminamos de montar.
Mientras se montan las claras tamizamos la almendra molida y el azúcar glas varias veces. Cuanto más tamizada esté la almendra mejor.
Agregamos los ingredientes secos a las claras de una vez y con la ayuda de una espátula mezclamos con movimientos envolventes. La masa no tiene que estar ni muy espesa ni muy líquida.
Cuando la masa está lista la introducimos en una manga pastelera con una boquilla redonda y vamos haciendo los macarons sobre el papel vegetal.
Precalentamos el horno a 150º C y luego bajamos la temperatura a 130º C.
Y ahora hay que tener paciencia, porque no se puede saber el tiempo exacto que hay que esperar para poder hornear los macarons, depende de la humedad del ambiente. Estarán listos cuando si los tocamos con el dedo, la masa no se pega a éste.
Horneamos 15 minutos aproximadamente. Cuando estén listos, los sacamos del horno y los dejamos en la bandeja unos 5 minutos hasta que se enfríen. Después los despegamos del papel y ya están listos para rellenar.
Yo los he rellenado de Nutella ante el clamor familiar (mis niñas) pero podría haberlos rellenado de ganaché, crema de queso, buttercream, etc.
Después de las múltiples pruebas y lo que he leído os dejo una serie de puntualizaciones por si os sirven a la hora de conseguir unos macarons más o menos decentes.
¡¡Suerte!! Y sobretodo paciencia si os váis a sumergir en el apasionante mundo de los macarons...
Conseguidos a través del método prueba y error. Jajajajja, sí. Probamos y salen mal. Volvemos a probar intentando dar una solución a lo que nos ha fallado la vez anterior y creemos haber dado con ella, pero noooooo: ahora salen mal pero por otro motivo.
Esta entrada debería titularse "Malditos macarons". Suena a nombre de película. Y es que con mis intentos, pruebas, errores, desastres y cubos de la basuta, hay material para hacer una peli y presentarla a los Oscar´s reposteros.
He leído mucho acerca de los macarons y he intentado averiguar cuales han sido los errores que he cometido en mis múltiples intentos.
Primero os dejo la receta con las cantidades (he visto diferentes recetas) y es la que mejor me ha funcionado.
INGREDIENTES
- 62 gr. de claras de huevo a temperatura ambiente
- 20 gr. de azúcar
- 100 gr. de azúcar glas
- 50 gr. de almendra molida
- Colorante en gel (Wilton)
ELABORACIÓN
Con estas cantidades me han salido unas 32 conchas (16 macarons).
Primero preparamos la plantilla sobre la que colocamos un trozo de papel vegetal del tamaño de la bandeja del horno. Yo lo sujeto con clips para que no se me mueva mientras estoy haciendo los macarons sobre el papel.
Montamos las claras a punto de nieve. Cuando estén prácticamente montadas, añadimos el azúcar y seguimos batiendo. A continuación agregamos el colorante y terminamos de montar.
Mientras se montan las claras tamizamos la almendra molida y el azúcar glas varias veces. Cuanto más tamizada esté la almendra mejor.
Agregamos los ingredientes secos a las claras de una vez y con la ayuda de una espátula mezclamos con movimientos envolventes. La masa no tiene que estar ni muy espesa ni muy líquida.
Cuando la masa está lista la introducimos en una manga pastelera con una boquilla redonda y vamos haciendo los macarons sobre el papel vegetal.
Precalentamos el horno a 150º C y luego bajamos la temperatura a 130º C.
Y ahora hay que tener paciencia, porque no se puede saber el tiempo exacto que hay que esperar para poder hornear los macarons, depende de la humedad del ambiente. Estarán listos cuando si los tocamos con el dedo, la masa no se pega a éste.
Horneamos 15 minutos aproximadamente. Cuando estén listos, los sacamos del horno y los dejamos en la bandeja unos 5 minutos hasta que se enfríen. Después los despegamos del papel y ya están listos para rellenar.
Yo los he rellenado de Nutella ante el clamor familiar (mis niñas) pero podría haberlos rellenado de ganaché, crema de queso, buttercream, etc.
Después de las múltiples pruebas y lo que he leído os dejo una serie de puntualizaciones por si os sirven a la hora de conseguir unos macarons más o menos decentes.
- No se deben utilizar claras pasteurizadas (mi primer error).
- Por otro lado, las claras tienen que estar viejas (hay que quitarlas la humedad). Y ¿cómo conseguimos esto? Un par de días antes separamos las claras de las yemas, las ponemos en un bol, las tapamos con papel film y hacemos unos agujeritos en éste para que pierdan humedad.
- Las claras tienen que estar a temperatura ambiente. Si las hemos sacado de la nevera con poca antelación, podemos introducirlas en el microondas 10 segundos.
- Es mejor pesar los ingredientes una vez los hayamos tamizado porque siempre se pierden unos gramos en este proceso.
- Muy importante, dejar espacio entre los macarons para que el calor circule. Yo ya tengo una plantilla hecha en una hoja de papel de horno que pongo debajo del papel que pondré en la bandeja para que me salgan todos más o menos iguales.
- Es imporante dejar secar bien los macarons ya que si los horneamos antes de tiempo no nos saldrá el piececito característico, se nos romperan, etc.
- También es importante no poner una temperatura muy alta ya que suben deprisa y se rompen, porque el merengue es muy delicado.
- Si los sacampos antes de tiempo se nos quedarán huecos por dentro por falta de horneado.
¡¡Suerte!! Y sobretodo paciencia si os váis a sumergir en el apasionante mundo de los macarons...
- lunes, febrero 17, 2014
- 31 Comments
- lunes, febrero 10, 2014
- 37 Comments
La tarta de hoy es una elección de Cristina, mi hija pequeña. Ayer cumplió 10 años y hace un par de semanas le había dicho que tenía que elegir cómo quería que fuera su tarta de cumpleaños.
Le encantan los cheesecakes así que esa parte la teníamos clara. Pero... ¿de qué sabor?
"- Ya está mamá. Me gusta este -me dijo, señalando en la pantalla del iPad una foto en Pinterest del blog Barbara Bakes - Adventures in the kitchen"
Y voilà, aqui le tenéis: Strawberry cheesecake with Oreo cookies crust.
INGREDIENTES (receta adaptada del blog Barbara Bakes - Adventures in the kitchen)
Para la base
Para el cheesecake
Para el glaseado
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 180º C.
Llenamos un recipiente con agua y lo introducimos en el horno, ya que la tarta la vamos a hacer al baño maría.
Para hacer la base, trituramos las galletas (sin la parte central) en un procesador de alimentos. Derretimos la mantequilla en el microondas y la mezclamos con las galletas y el azúcar.
Extendemos la masa de la galleta por el fondo y subiendo por los laterales de un molde desmontable presionando con los dedos. Reservamos.
En un bol batimos el queso, el azúcar y la sal hasta que quede una mezcla suave y homogénea. A continuación vamos incorporando los huevos de uno en uno y seguimos batiendo a velocidad baja. Añadimos la vainilla, la nata, el zumo y la ralladura de limón hasta que los ingredientes esten perfectamente integrados.
Echamos la mezcla del queso sobre la base de las galletas. Horneamos 50 minutos al baño maría. Transcurrido este tiempo, apagamos el horno y dejamos el cheesecake 30 minutos más dentro.
Dejamos que se enfríe a temperatura ambiente antes de meterlo en el frigorífico cubierto con un film y sin desmoldar. Refrigeramos toda la noche.
Para hacer el glaseado, con ayuda de una batidora de brazo, hacemos un puré con las fresas. Una vez trituradas, colamos el puré. Le añadimos el agua, el azúcar y la Maizena y mezclamos bien..
Ponemos este puré en un cazo y llevamos a ebullición revolviendo constantemente. Apartamos del fuego y dejamos enfriar el glaseado.
Sacamos la tarta del frigorífico y la adornamos con fresas que colocamos de manera vertical y regamos con el glaseado.
Es mejor echar el glaseado justo y acompañar la tarta con el glaseado sobrante en una jarrita, para quien quiera más, se lo pueda servir.
Estaba riquísima, muy suave y sobretodo era la tarta que mi niña quería y ver su cara de satisfacción para mi es suficiente.
Le encantan los cheesecakes así que esa parte la teníamos clara. Pero... ¿de qué sabor?
"- Ya está mamá. Me gusta este -me dijo, señalando en la pantalla del iPad una foto en Pinterest del blog Barbara Bakes - Adventures in the kitchen"
Y voilà, aqui le tenéis: Strawberry cheesecake with Oreo cookies crust.
INGREDIENTES (receta adaptada del blog Barbara Bakes - Adventures in the kitchen)
Para la base
- 18 galletas Oreo (eliminando el centro)
- 90 gr. de mantequilla
- 1 cucharada de azúcar
Para el cheesecake
- 600 gr. de queso crema
- 185 gr. de azúcar
- 3 huevos L
- Una pizca de sal
- 200 gr. de nata líquida
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 cucharada de ralladura de limón
- 1 cucharada de vainilla
Para el glaseado
- Un puñado de fresas
- 3 cucharadas de agua
- 1 cucharadita de Maizena
- 2 cucharadas de azúcar
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 180º C.
Llenamos un recipiente con agua y lo introducimos en el horno, ya que la tarta la vamos a hacer al baño maría.
Para hacer la base, trituramos las galletas (sin la parte central) en un procesador de alimentos. Derretimos la mantequilla en el microondas y la mezclamos con las galletas y el azúcar.
Extendemos la masa de la galleta por el fondo y subiendo por los laterales de un molde desmontable presionando con los dedos. Reservamos.
En un bol batimos el queso, el azúcar y la sal hasta que quede una mezcla suave y homogénea. A continuación vamos incorporando los huevos de uno en uno y seguimos batiendo a velocidad baja. Añadimos la vainilla, la nata, el zumo y la ralladura de limón hasta que los ingredientes esten perfectamente integrados.
Echamos la mezcla del queso sobre la base de las galletas. Horneamos 50 minutos al baño maría. Transcurrido este tiempo, apagamos el horno y dejamos el cheesecake 30 minutos más dentro.
Dejamos que se enfríe a temperatura ambiente antes de meterlo en el frigorífico cubierto con un film y sin desmoldar. Refrigeramos toda la noche.
Para hacer el glaseado, con ayuda de una batidora de brazo, hacemos un puré con las fresas. Una vez trituradas, colamos el puré. Le añadimos el agua, el azúcar y la Maizena y mezclamos bien..
Ponemos este puré en un cazo y llevamos a ebullición revolviendo constantemente. Apartamos del fuego y dejamos enfriar el glaseado.
Sacamos la tarta del frigorífico y la adornamos con fresas que colocamos de manera vertical y regamos con el glaseado.
Es mejor echar el glaseado justo y acompañar la tarta con el glaseado sobrante en una jarrita, para quien quiera más, se lo pueda servir.
Estaba riquísima, muy suave y sobretodo era la tarta que mi niña quería y ver su cara de satisfacción para mi es suficiente.
- miércoles, febrero 05, 2014
- 30 Comments