- jueves, mayo 31, 2018
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Nada, que no hay manera que arranque la primavera en condiciones. Casi finalizando mayo y todavía no sabemos si ponernos las sandalias o las botas de agua. En realidad yo no me quejo porque lo que no soporto es el calor asfixiante que empezará a hacer en Madrid en breve.
Los ingredientes que vamos a utilizar en este Reto "Alfabeto Dulce" del mes de mayo, se prestan fenomenal a preparar postres fresquitos, ideales para este calor veraniego que os comentaba está por llegar.
Este mes nuestras compis María José del blog "Maryjosecakes" y Elisa del blog "Más que pasta", han sido las encargadas de buscar una combinación de lo más apetecible. La primera un ingrediente que empezara con la letra K (evitando el kiwi que ya lo utilizamos en la primera vuelta) y la segunda un ingrediente que empezara con la letra F, en este caso mucho más fácil.
Y es que ya van quedando cada vez menos letras, concretamente sólo quedan 3 letras (E, G y J) y terminaremos esta segunda vuelta que le hemos dado al abecedario más dulce de Internet. Y a finales de septiembre habrá que plantearse ¿qué hacemos?
Los ingredientes elegidos han sido el kéfir y las fresas. Estas últimas ya dan los últimos coletazos de la temporada y por eso hay que aprovechar hasta el último kilo disponible. Es verdad que hay fresas durante todo el año pero las mejores se encuentran en las tiendas entre febrero y abril.
De las fresas poco más que decir que no haya dicho ya, porque han estado presentes en numerosos postres, tanto en el reto como en cualquier otra ocasión. Pero del kéfir poco hemos hablado, o al menos yo nunca antes lo había hecho.
El kéfir es uno de los productos lácteos más antiguos que se conocen y que se parece al yogur líquido pero que está fermentado gracias a un grupo de bacterias y levaduras. Procedente del Cáucaso, los musulmanas lo consideraban como una especie de maná enviado por Alá.
El kéfir es un hongo cuyos gránulos se asemejan a la coliflor. Existen dos tipos de kéfir, el de leche y el de agua, este último no necesita lactosa para fermentar. En cuanto a sus efectos beneficiosos se puede decir que previene el cáncer de colón, reequilibra la flora intestinal y regula el tránsito intestinal, tiene efectos anti inflamatorios, mejora la tolerancia a la lactosa, o mejora la respuesta inmunitaria, entre otros.
Se puede tomar solo, como si fuera yogur, acompañado de cereales o frutas, en el desayuno o utilizarlo tanto en recetas dulces, para preparar batidos o smoothies, rellenos de tartas y bizcochos como en preparaciones saladas tales como salsas o en cremas de verduras, aunque hay que tener en cuenta que pierde gran parte de sus propiedades cuando es cocinado.
La receta que hoy os traigo, una tarta-mousse de kéfir, no precisa horno y en ningún momento éste se ha cocinado por lo tanto sus propiedades siguen intactas. La elaboración es sencilla y esconde una sorpresa en su interior. A ver qué os parece.
TARTA MOUSSE DE KÉFIR, YOGUR GRIEGO Y GELATINA DE FRESA
INGREDIENTES
Para la base
- 200 gr. de galletas maría
- 95 gr. de mantequilla derretida
Para la mousse de kéfir y yogur griego
- 200 gr. de kéfir
- 200 gr. de yogur griego
- 100 gr. de azúcar
- 50 ml. de leche semidesnatada
- 6 hojas de gelatina
- 1 cucharada de vainilla
- 400 ml. de nata líquida para montar 35% M.G.
Para la mousse de fresas
- 250 gr. de fresas
- 7 gr. hojas de gelatina neutra
- 1 cucharada de azúcar
ELABORACIÓN
Primero preparamos la base de galletas para ello trituramos las galletas en un procesador de alimentos y las mezclamos con la mantequilla derretida.
Forramos el fondo de un molde de unos 18 cm. de diámetro con papel de horno y las paredes con acetato o con papel de horno si no tenemos acetato. Extendemos las migas de galleta en el fondo del molde presionando para conseguir una superficie lisa. Metemos el molde en el congelador.
A continuación vamos a preparar la gelatina de fresas que va en el interior de la tarta.
Necesitamos un aro o un molde más pequeño, o sea de unos 14 cm. de diámetro. Lo forramos con papel de horno o film.
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría unos 15 minutos.
Trituramos las fresas y las pasamos por un colador para eliminar las semillas. Ponemos el puré de fresas en un cazo y añadimos la cucharada de azúcar, revolvemos bien y calentamos sin dejar que hierva. Retiramos del fuego y añadimos la gelatina bien escurrida. Removemos para que se integre perfectamente.
Vertemos el puré en el molde y congelamos hasta que gelifique (1 hora aproximadamente).
Mientras se congela el interior, preparamos la mousse de yogur y kéfir. Primero hidratamos las hojas de gelatina poniéndolas en un recipiente con agua fría unos 15 minutos.
En otro recipiente montamos la nata que tiene que estar muy fría. Cuando empieza a formar picos suaves añadimos el azúcar y seguimos montando hasta que los picos sean firmes. Reservamos.
Calentamos la leche sin dejar que hierva en el microondas y agregamos las hojas de gelatina bien escurridas. Revolvemos hasta que estén completamente integradas.
Ponemos el yogur y el kefir en otro recipiente con la vainilla y añadimos la leche con la gelatina. Batimos hasta que la mezcla sea homogénea.
Comenzamos a incorporar la nata montada poco a poco integrándola con ayuda de una espátula y con movimientos envolventes para que adquiera una textura de mousse.
Cuando tenemos la mousse lista vertemos un poco más de la mitad sobre la base de galletas reservando el resto para después.
Desmoldamos la capa de gelatina de fresas que ya estará cuajada y la colocamos sobre la mousse de kéfir y yogur hundiéndola un poco. A continuación rellenamos con el resto de mousse que nos quedaba. Alisamos la superficie con una espátula. Refrigeramos toda la noche.
Desmoldamos la mousse y decoramos a nuestro gusto. Yo he utilizado unas fresas y unas hojas de menta. Refrigeramos hasta el momento de servir.
Ni os imagináis el delicioso sabor de la mousse de kéfir con la vainilla.... Mientras preparaba la tarta todo el que pasaba por la cocina metía la cuchara en el bol para probarla y quedaba encantado. Y no es para menos porque es suave y está riquísima, no en vano se cree que la palabra kéfir proviene del turco "kief" que significa agradable sensación o sentirse bien.
Me apetece mucho ver los postres que habéis preparado con este ingrediente, que aunque es común no es habitual en las cocinas de todo el mundo, sobretodo para la elaboración de postres, sino más bien tomado directamente y por lo general en el desayuno.
Seguro que un mes más me sorprenderéis con vuestra imaginación repostera y traeréis un ramillete de propuestas de lo más originales. ¡Estoy deseando verlas!
- viernes, mayo 25, 2018
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Hoy es un día festivo en Madrid. Hoy 15 de mayo es el día de San Isidro, patrón de la capital de España y aunque yo vivo en un pueblo a las afueras, como trabajo en Madrid tengo fiesta, es más, tengo puente porque ayer tampoco trabajé.
Así que vengo a la cita con el reto #ReposterasPorEuropa bastante descansada, aunque un pelín tocada de las cervicales, y con un postre que me sirve para celebrar este día festivo que os comentaba.
Llego de Ereván, capital de Armenia, un pequeño país interior que aunque pareciera que tiene poco que ver, nada más lejos de la realidad. Cuenta con zonas vitivinícolas, con una parte, al sur del país, montañosa y que se caracteriza por la belleza de sus paisajes. También existen zonas con profundas cuevas, asentamientos megalíticos con restos arqueológicos, uno de los lagos de montaña más grandes del mundo, el "Lago Sevan" y parques nacionales y zonas del bosques como el "Parque Nacional de Dilijan" o el "Parque Ijevan Sanctuary",
Ereván es la ciudad más importante y en ella podemos realizar diferentes visitas interesantes para ver "La Cascada", monumento con una gran escalinata y muchas fuentes, de ahí el nombre, "el Matenaradan" o biblioteca con la colección de manuscritos más importante del mundo, "La Ópera" y también museos como el de "Historia de Armenia" o "el de Arte de Niños".
Tampoco podemos dejar de visitar, a unos 30 Km. de Ereván, la localidad de Garni con su templo grecorromano y la espectacular garganta de Garni. Muy cerca se encuentra el pueblo de Geghard con su monasterio, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
En cuanto a la gastronomía, ésta tiene influencia de las cocinas turca, libanesa, griega, rusa e iraní, además de que Armenia está situada en la antigua ruta de las especias, y por todo ello confiere a su cocina, un sabor especial.
Es muy común empezar la comida con una sopa en invierno o con ensaladas en verano, el resto de platos se ponen de manera común en la mesa, no habiendo un plato principal ni segundos platos,
Algunas de las especialidades de esta cocina son la "spas", una sopa de yogur a la que se le añaden huevos, harina, trigo y cilantro, la "harissa" que es un estofado a base de carne de pollo y trigo duro molido, las "kuftas" o albóndigas de carne de buey, mezcladas con especias, los "khorovats" son la especialidad armenia por excelencia. Son brochetas de carne (cerdo, buey, cordero, pollo) o pescado asadas a fuego de leña servidas con patatas y verduras. El "basturma" es un embutido de buey con especias y el "sudjukh" es una salchicha de buey.
Los postres son un símbolo de hospitalidad en la cocina armenia. Los más tradicionales son "el gata" pastel con el centro de mantequilla, nueces y especias aunque tiene innumerables variantes, "el napoleón" que es una especie de milhojas, "el kadaif" que se trata de un pastel elaborado con ricotta o nuez y "el bkhlava" elaborado como un milhojas con nueces, de influencia de la cocina turca. También "los lojmá", buñuelos fritos, bañados en almíbar y servidos con helado de crema, canela y nueces o la "copa Ereván" que es un helado de crema con salsa de frambuesa, entre otros.
Yo he elegido "el gatnabour" o pudding de arroz armenio que es muy parecido a nuestro arroz con leche, que todo sea dicho de paso, es un postre que me encanta, y que suelo pedir en restaurantes de comida casera. Sin ir más lejos tomé uno riquísimo y súper cremoso en Gijón (Asturias), hace unos quince días.
"GATNABOUR" O PUDDING DE ARROZ ARMENIO
INGREDIENTES
- 250 ml. de agua
- 140 gr. de arroz
- 1 litro de leche semidesnatada
- Una pizca de sal
- 110 gr. de azúcar
- 1 cucharada.de agua de rosas
- Canela molida y en rama
- Pistachos
ELABORACIÓN
Con estas cantidades salen unas 4 unidades.
En una cacerola ponemos el agua a hervir. Añadimos el arroz, bajamos el fuego, tapamos la cacerola y dejamos que el arroz se cocine hasta que absorba el agua por completo teniendo cuidado que no se queme ni se pegue al fondo de la cacerola.
Retiramos el arroz de la olla. Reservamos.
Limpiamos la cacerola y ponemos en ella la leche. La calentamos hasta que esté templada. Agregamos el arroz y lo cocinamos a fuego lento durante 45 minutos aproximadamente revolviendo con frecuencia.
Poco a poco irá espesando e irá tomando el aspecto de un pudding. Añadimos la sal y el azúcar y cocinamos unos 15 minutos más sin dejar de revolver.
Retiramos del fuego y añadimos el agua de rosas. Vertemos el pudding en copas o recipientes individuales y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Decoramos con canela en polvo y pistachos picados en trocitos.
Notas:
Se puede preparar también con leche desnatada y añadiendo un poco de ralladura de limón o naranja para infusionar la leche.
Se puede sustituir el agua de rosas por agua de azahar para aromatizar el pudding.
Y es que el arroz con leche es un postre tan rico... Hace tiempo, si me hubieran preguntado hubiera asegurado que el arroz con leche era un postre originario de España, pero como no es la primera vez que preparo una variante de la receta tradicional del arroz con leche y después de haber leído sobre este tema, puedo deciros que es un postres muy popular, diría que uno de los más populares, en muchos países del mundo.
Son muchas las variantes a la hora de preparar el arroz con leche. Por ejemplo en Asturias se quema la superficie dejando así una "costra" caramelizada, en Argentina le añaden limón, en Perú clavo de olor, en los países anglosajones o nórdicos se aromatiza con vainilla, en los caribeños con coco o leche condensada, en Irán con azafrán en Portugal añaden Oporto, en algunos países sudamericanos incorporan yemas de huevo y en la India cardamomo.
Así tenemos el "arroz doce" originario de Portugal, el "kheer o payasam" de la India, el "sütlaç" de Turquía o el "arroz emperatriz" un clásico de la cocina francesa y el preferido del rey Alfonso XII. Y podríamos seguir indagando y seguro encontraríamos más recetas de arroz con leche, todas deliciosas (bueno menos la que lleva clavos de olor, que ya sabéis que no puedo con ellos).
Concretamente he preparado alguna de estas variedades de arroz con leche para alguno de nuestros viajes por Europa con este reto, como el famoso "Ris a la mande" danés que espero probar este verano cuando viaje a Copenhague o la famosa tarta holandesa de arroz con leche o "Rijstevlaai".
Ahora sólo nos queda esperar un poco para ver los maravillosos postres que traerán mis compañeras de reto y que como es habitual nos dejarán con la boca abierta. Ñam, ñam...
- jueves, mayo 10, 2018
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Un poco más tarde de lo habitual debido al "macro puente" que hemos tenido en Madrid y que ha hecho que casi todo el mundo haya salido huyendo de la capital unos cuantos días, pero no podíamos faltar a la cita con el recopilatorio del Reto "Alfabeto Dulce" como todos los meses.
Este mes con dos ingredientes, las uvas (pasas o frescas) y la miel, que como en los últimos retos que hemos tenido, casan muy bien para hacer infinidad de postres y aunque sólo hemos contado con nueve recetas, éstas son de lo más variadas, como era de esperar.
Ya me diréis qué os parecen. Os dejo con todas las propuestas que habéis preparado para el reto del mes de abril.
Este mes con dos ingredientes, las uvas (pasas o frescas) y la miel, que como en los últimos retos que hemos tenido, casan muy bien para hacer infinidad de postres y aunque sólo hemos contado con nueve recetas, éstas son de lo más variadas, como era de esperar.
Ya me diréis qué os parecen. Os dejo con todas las propuestas que habéis preparado para el reto del mes de abril.
- viernes, mayo 04, 2018
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