- martes, febrero 27, 2018
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Una nueva cita con el Reto "Alfabeto Dulce", este mes con sabores la mar de tropicales que parece que nos quieren anunciar que ya queda menos para el verano. Las ganas que tenemos todos de calorcito y de viajes exóticos... O por lo menos yo.
Este mes las encargadas de elegir los ingredientes para el reto han sido nuestras compañeras Magdalena del blog "Dulces Postres Magdalena" que le ha tocado elegir un ingrediente que contuviese la letra "Ñ" y Rosi del blog "Mi Mundo Pincake" encargada de la elección de un ingrediente que empezase por la letra "M".
El resultado no ha podido ser mejor, más combinable, más ideal para preparar infinidad de postres y sobre todo más acertado. Los ingredientes elegidos para ponernos manos a la obra han sido la piña y el mango respectivamente. Chicas, ¡enhorabuena por vuestra elección!
Así a voz de pronto, recuerdo algunos de los postres que he preparado con piña, como aquellos mini bizcochos de piña invertidos, que además de estar riquísimos son aptos para celiacos, o esta tarta de piña sin horno que se prepara muy rápidamente y que es ideal para finalizar cualquier comida o cena veraniegas.
La piña o ananás es una fruta de origen tropical aunque su consumo se ha extendido por todo el mundo por ser una fruta muy saludable, además de ayudar a depurar el organismo, tener propiedades diuréticas y ayudar a quemar grasas.
Aporta muy pocas calorías y nos mantiene hidratados por su gran cantidad de agua. Previene el estreñimiento por su alto contenido en fibra, favorece la absorción de hierro y fortalece nuestro sistema inmunológico.
Así a voz de pronto, recuerdo algunos de los postres que he preparado con piña, como aquellos mini bizcochos de piña invertidos, que además de estar riquísimos son aptos para celiacos, o esta tarta de piña sin horno que se prepara muy rápidamente y que es ideal para finalizar cualquier comida o cena veraniegas.
La piña o ananás es una fruta de origen tropical aunque su consumo se ha extendido por todo el mundo por ser una fruta muy saludable, además de ayudar a depurar el organismo, tener propiedades diuréticas y ayudar a quemar grasas.
Aporta muy pocas calorías y nos mantiene hidratados por su gran cantidad de agua. Previene el estreñimiento por su alto contenido en fibra, favorece la absorción de hierro y fortalece nuestro sistema inmunológico.
El mango es una fruta también de origen tropical con un fruto carnoso y muy rico, que al igual que la piña y la papaya puede ayudar a prevenir los casos de estreñimiento, de anemia por falta de hierro o la retención de líquidos.
Es antioxidante y previene contra el cáncer, es rico en agua y ayuda al organismo a luchar contra los radicales libres. Nos ayuda para que tengamos un sistema inmunológico sano y es rico en ácido fólico, lo cual hace que sea recomendable su consumo durante el embarazo.
Y para rizar más el rizo, y para que esta tarta de queso tuviera un sabor aún más tropical si cabe, también he utilizado coco (en la corteza y en el relleno de la tarta), incluso también podéis utilizarlo para la decoración, ya sea rallado o poniendo algún trocito de coco fresco.
Y escribiendo estas líneas, me acabo de acordar de aquella tarta de crema de coco y ron, también muy caribeña y rica a más no poder, que preparé el año pasado y en la entrada en la que os contaba un montón de curiosidades acerca del coco.
CHEESECAKE DE COCO, PIÑA Y MANGO
INGREDIENTESPara la corteza
- 130 gr. de coco rallado o ti´coco
- 1 huevo tamaño L
- 75 gr. de azúcar glacé
Para el cheesecake
- 300 gr. de queso crema
- 250 gr. de queso mascarpone
- 110 gr. de azúcar
- 3 huevos tamaño L
- 1 cucharadita de extracto de coco (opcional)
- Ralladura de 1 lima
- Piña y mango (en trocitos)
Para la decoración
- Flores de piña
- Mango (en trocitos)
ELABORACIÓN
Primero vamos a preparar la corteza de la tarta, para ello en un recipiente mezclamos el coco rallado con el huevo batido y el azúcar y mezclamos bien hasta que se forma una masa pegajosa.
Yo he utilizado ti´coco que no es exactamente coco rallado, es más bien un coco en copos o hebras que hace que al hornear la corteza ésta quede más rústica incluso más crujiente y con más textura.
Precalentamos el horno a 140º C. Forramos el fondo y las paredes de un molde desmontable de 18 cm. con papel vegetal y lo engrasamos con un poco de mantequilla.
Extendemos la masa de la corteza por el fondo y las paredes del molde ayudándonos con una cuchara o con los dedos. Subimos de manera irregular por las paredes del molde para que los laterales queden de diferente altura y den un aire más rústico a la tarta.
Horneamos unos 35 minutos o hasta que la corteza esté dorada.
Mientras preparamos el relleno del cheesecake. En un recipiente ponemos el queso crema y el queso mascarpone con el azúcar y (el extracto de coco) y batimos con una batidora de brazo hasta que los ingredientes estén integrados.
Añadimos los huevos de uno en uno y la ralladura de lima y seguimos batiendo hasta que la mezcla sea homogénea. Por último agregamos la piña y el mango en trocitos. La cantidad la dejo a vuestra elección.
Vertemos la crema en la base del cheesecake que habíamos horneado previamente y volvemos a meter en el horno unos 60 minutos aproximadamente o hasta que veáis que los bordes están firmes pero el centro se mueve un poco.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego le metemos en el frigorífico al menos 4 horas aunque es mejor dejarlo toda la noche.
Aprovechando el calor residual del horno, lo bajamos un poco, a unos 100º C para preparar las flores de piña para decorar el cheesecake.
Forramos una bandeja de horno con papel vegetal. Pelamos y limpiamos muy bien la piña y la cortamos en rodajas muy finas. Colocamos las rodajas sobre en la bandeja forrada y la introducimos en el horno más o menos 1 hora, o hasta que las rodajas de piña se hayan deshidratado.
Cuando todavía están templadas colocamos cada rodaja en una cavidad de una bandeja de hornear cupcakes para que cojan forma de flor. Dejamos que se enfríen por completo.
Al día siguiente desmoldamos el cheesecake, lo colocamos en una fuente o cake stand con cuidado porque la corteza es bastante delicada, y lo decoramos con las flores de piña, el mango en trocitos y unas hojas de piña.
Tengo que admitir que compré un coco pensando en utilizar unos gajos para decorar esta tarta, pero a la hora de la verdad, me dio una pereza partirlo... (confesión de domingo por la mañana), así que, aquí lo tengo ahora y no sé si lo usaré para otra receta o nos lo comeremos sin más porque su sabor nos encanta.
Otra de las cosas que me gustan de este cheesecake son "las flores o chips de piña" que he utilizado para la decoración. Están crujientes y tienen un intenso sabor a piña ya que al perder el agua, el sabor está más concentrado. Ya las había utilizado alguna vez para decorar algún postre y además de estar muy ricas, llaman la atención porque son muy vistosas.
No tiene mérito que yo diga que esta tarta de queso es una delicia porque además el cheesecake es uno de mis postres preferidos, así que fiaros de vuestra intuición y ya me diréis si os habéis podido resistir a prepararlo.
Este #RetoAlfabetoDulce promete ser de lo más tropical, ya he visto alguna de las recetas que me habéis ido enviando y... (hasta aquí puedo leer).
- domingo, febrero 25, 2018
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Como todos los meses vengo emocionada a nuestra cita viajera del reto #ReposterasporEuropa organizado por nuestra compañera Isabel del blog Gotas de Azúcar y Vainilla, este mes un poco más si cabe porque he sido la encargada de elegir el destino europeo al que nos vamos de viaje.
Os voy a confesar algo y es que he hecho mi elección al revés de como normalmente se haría. Os explico: como ya quedan pocos destinos que no hayamos visitado (Armenia, Bielorrusia, Eslovaquia, Georgia, Kazajistán, Liechtenstein, Moldavia, Mónaco, Montenegro, Macedonia, San Marino y Serbia) y de los que quedan no hay ninguno que me apetezca visitar más que otro, lo que hice fue buscar un postre que me llamara la atención de cualquiera de ellos y en base a eso, elegir dónde irnos de viaje.
Y encontré el postre que hoy os traigo que me llamó la atención tanto por sus nombres como por su estética. "Logs under the snow", "Wooden pile cake" o "Cusma lui Guguta" son algunos de los nombres de este postre de origen moldavo, que proviene de una historia en Besarabia escrita por Spiridon Vanghelie, autor de cuentos infantiles que forman parte del folklore de Moldavia.
Guguta es un niño dotado de una mente brillante cuyos pensamientos y acciones se caracterizan por su espontaneidad, con una gran capacidad para inventar historias, en las que lo cotidiano es tan exagerado, que se diría enmarcado en el ambiente de los cuentos de hadas.
Guguta quería tener un abrigo muy grande, tan grande que cubriera todo el pueblo y éste no pasara frío en el invierno. Este pastel es extremadamente popular en Moldavia sobre todo en vacaciones y se suele preparar con ciruelas o cerezas, muy abundantes en este país.
La forma de este pastel es similar a la de un montón de troncos apilados en forma de pirámide sobre los que ha caído una intensa nevada frecuentes en los inviernos de Moldavia.
He encontrado diferentes variantes de este pastel. Hay recetas en las que los "troncos" se preparan con una masa que posteriormente se hornea y otras en los que los éstos se preparan con crêpes o panqueques.
Por otro lado hay quien utiliza crema agria o sour cream para cubrir la pila de rollitos o también otra opción es cubrirla con nata como yo lo he hecho o con una mezcla de nata y queso mascarpone.
Visto lo visto, me he decidido a adaptar la receta a mi gusto. Aún así voy a poneros los ingredientes para preparar los rollitos con masa horneada o con crepes para que podáis elegir la que más os guste igual que he hecho yo.
La gastronomía moldava está influenciada por la cocina turca, griega y rusa, de fuerte sabor especiado y un color característico dado por el elevado uso del maíz en la preparación de sus platos. Uno de sus platos tradicionales es "la mămăligă", una masa de maíz o de polenta de sabor fino y que generalmente se sirve con pescado frito, huevos revueltos, queso, crema agria o "mujdei" (salsa de ajo).
Las verduras tienen un papel importante en la cocina moldava. Pimientos, berenjenas, repollo, tomates, se toman cocidos, al horno, fritos, en ensalada... o también en sopa con carne como la tradicional "zeama de gaina cu taiatei" o sopa de pollo con fideos o la "ciorba taraneasca" o sopa campesina. En cuanto a los platos de carne se preparan con carne de cerdo, pollo, cordero o res. Como ejemplos, la “rachitura moldovanesca” que es carne de cerdo con salsa de pimienta, el “galusile”, plato hecho con arroz, carne de cerdo y verdura variada o los "mititei o mici" o carne picada con forma de rollo que se asa a la parrilla.
En el capítulo de los postres aparte de mi elección, podemos tomar "cozonac" o pan dulce de Semana Santa, "papanasi" que es un pastel esponjoso preparado con queso fresco y frutos rojos ideal para acompañar el té o el café o "coliva", postre hecho con granos de trigo con miel, nueces, canela, pasas y azúcar
"LOGS UNDER THE SNOW" CAKE
INGREDIENTES
Para la masa horneada (opción a)
- 125 gr. de mantequilla, ablandada
- 125 gr. de crema agria o yogur griego
- 270 gr. de harina
- 110 gr. de azúcar
- ½ cucharadita de bicarbonato
- Una pizca de sal
Para la masa de los crêpes (opción b)
- 2 huevos tamaño L
- 150 gr. de harina
- 250 ml. de leche semidesnatada
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharada de aceite de oliva suave
- Una pizca de sal
Para el relleno y la decoración
- 345 gr. de confitura de cerezas
- Fideos de chocolate o flakes de chocolate
Para la cobertura
- 400 ml. de nata líquida para montar 35% M.G. o yogur griego
- 110 gr. de azúcar
ELABORACIÓN
Vamos a preparar la masa de los rollitos (opción a). En el vaso de la batidora de pie ponemos la mantequilla a temperatura ambiente y la batimos hasta que blanquee y esté esponjosa. Agregamos la crema agria o el yogur griego y mezclamos bien.
A continuación incorporamos el resto de ingredientes amasando bien hasta que la masa sea homogénea. Hacemos una bola con la masa y la cubrimos con papel film. Refrigeramos 30 minutos.
Dividimos la masa en 10 partes iguales. Estiramos cada parte de la masa formando un rectángulo de unos 18 x 9 cm. Ponemos un poco de confitura de cerezas y enrollamos el rectángulo formando un rollito con él.
Forramos la bandeja del horno con papel vegetal y colocamos los rollitos separándolos entre sí. Horneamos 20 minutos o hasta que los rollitos estén dorados
Si queremos preparar los rollitos con crêpes (opción b), en el vaso de la batidora de brazo ponemos todos los ingredientes y batimos muy bien hasta que la mezcla no tenga grumos.
Engrasamos una sartén antiadherente con un poco de aceite y cuando esté muy caliente echamos un poco de masa y movemos la sarten para que la masa se extienda. Cuando los bordes empiezan a dorarse damos le damos la vuelta y dejamos que se haga por el otro lado.No es necesario añadir más aceite a la sartén.
Así vamos haciendo uno a uno los diez crêpes que necesitamos y los vamos dejando en un plato.
Mientras esperamos a que se enfríen, montamos la nata a punto de nieve con el azúcar. Esta es la opción que yo he elegido.
Si optamos por utilizar nata montada (200 ml.) y queso mascarpone (200 gr.) a partes iguales, batimos el queso mascarpone con el azúcar y posteriormente le incorporamos la nata montada mezclando con movimientos envolventes hasta que la mezcla sea homogénea.
También podemos utlilizar yogur griego o sour cream mezclados con el azúcar.
Reservamos en el frigorífico.
Para montar el pastel colocamos primero una fila de 4 rollitos y extendemos una capa de nasta. Luego una fila de 3 y hacemos lo mismo y así sucesivamente hasta llegar a la última fila que sólo tendrá un rollito. Cubrimos los lados con la nata sobrante y la extendemos bien formando una pirámide.
Espolvoreamos con chocolate rallado, fideos o flakes de chocolate.
Refrigeramos al menos cuatro horas antes de servir aunque es mejor si se deja toda la noche para que adquiera consistencia.
Me parece un pastel de lo más original además está riquísimo. Supongo que aunque se prepare con otras frutas estará igual de rico. Bajo mi punto de vista las frutas rojas le van que ni pintadas.
Espero que os haya gustado el destino que he elegido. Deseando estoy de ver si hemos coincidido y alguien más ha elegido el mismo postre que yo, aunque seguro que como siempre descubriremos propuestas maravillosas de la gastronomía europea.
- jueves, febrero 15, 2018
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Llego corriendo como ya es habitual en estas últimas semanas. De verdad, creedme cuando os digo que esta entrada tenía pensada publicarla con una semana de antelación a la fecha de hoy por si os animabais a prepararla y así sorprender a vuestra pareja en el día de los enamorados. Pero entre unas cosas y otras, no ha habido manera.
Y no es que haya que hacer ningún postre especial para este día porque yo creo que el que está enamorado lo tiene que celebrar todos los días del año y cualquier momento es bueno para preparar una tarta como esta, sea o no San Valentín.
Pero parece que si un año más no publicas ideas, ya sea de postres, de regalos, de viajes (cada uno de lo suyo) especialmente dedicados al Día de los Enamorados, no estás en la onda blogger. Y digo yo ¿quién decide cuales son los postres más apropiados para San Valentín?
Bundt cakes con forma de corazón y un corazón muy rosa, como el que preparé el año pasado, cupcakes con rosas la mar de dulces por si os gusta regalar flores, red velvet cheesecake bars o cómo conseguir la unión de dos postres maravillosos o unos sencillos corazones de hojaldre, son algunas de mis propuestas en estos últimos años.
¿Quién ha dicho que los corazones son sólo para los enamorados y las enamoradas? Y las fresas, ahora que empieza su temporada, no hay día en casa que no las comamos ya sea solas, como parte de algún postres o incluso en ensalada.
Como sé que muchos de vosotros también tenéis poco tiempo como yo, porque hoy en día hay que repartir el tiempo entre el trabajo, la casa, los niños y si aún así nos sobra un rato, preparamos postres para días como hoy, os traigo un postre express con el triunfaréis en una cena romántica como la que muchos prepararéis para el día de hoy o como postre para cualquier otro día.
Como siempre os digo, este tipo de postres se pueden preparar con cualquier fruta que tengáis por casa o incluso cuando la fruta está demasiado madura y os pase como a mi que ya no os guste tanto tomarla de postre, la podéis utilizar como relleno para una tarta tipo pie como esta o para preparar compota o mermelada.
PIE DE FRESAS "ESPECIAL SAN VALENTÍN"
INGREDIENTES
- 2 planchas redondas de masa brisa fresca
- 275 gr. de azúcar
- 80 gr. de harina
- ½ cucharadita de canela
- 500 gr. de fresas en trocitos
- 30 gr. de mantequilla
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 220º C y engrasamos un molde de pie.
Forramos el molde con una de las dos masas y cortamos el sobrante con ayuda de un rodillo.
En un recipiente mezclamos el azúcar, la harina y la canela. Añadimos las fresas y mezclamos con cuidado.
Vertemos el relleno sobre la masa y distribuimos la mantequilla por encima de las fresas.
Preparamos la masa que va a ir en la parte superior cubriendo la fruta. Yo he hecho unos agujeros en forma de corazón porque quería que fuera "un pie muy amoroso", especial para San Valentín. Para ello he utilizado un cortador de galletas.
Con la masa sobrante he cortado unos corazones más pequeños y los he colocado sobre la masa de manera simétrica.
Luego he colocado la masa sobre las fresas y con la masa sobrante he hecho un adorno en el borde y lo he decorado con unos corazones de tamaño más pequeño.
Es una idea de decoración pero podéis decorar el pie como más os guste.
Pincelamos con huevo batido para que se quede dorado y horneamos unos 35 minutos aproximadamente.
Espero que disfrutéis de un fantástico día de los enamorados si es que lo estáis y lo vais a celebrar y si no lo estáis, sabed que también se celebra el día de la amistad. También espero que os haya gustado esta receta y que tanto si lo hacéis hoy como para otro día, que la preparéis con fresas o con cualquier otra fruta o incluso mezclando varias (os recomiendo la combinación de melocotones y fresas que está deliciosa).
Si os apetece hacer una versión similar pero sin horno y con gelatina, os dejo este otro pie de fresas que preparé ya hace tiempo y que os gustó mucho también. Fresquito y con una textura muy suave.
- miércoles, febrero 14, 2018
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