- sábado, septiembre 30, 2017
- 5 Comments
Ya estamos en otoño, aunque quién lo diría por las temperaturas que nos acompañan. Nooooo, no me estoy quejando, que a mi este calorcillo, el solecito y días como los del fin de semana pasado me encantan y me dan la vida.
Es verdad que el otoño es una estación preciosa: las hojas de los árboles se tiñen de preciosos colores, desde el verde hasta el ocre, pasando por una amplia gama de marrones, naranjas y rojos caldero, pero los días son más cortos, y se hace de noche enseguida. A pesar de todo, volvemos a nuestra cita mensual con el Reto "Alfabeto Dulce", estrenando nueva temporada tras las vacaciones de verano.
En esta ocasión, las encargadas de elegir ingredientes han sido nuestras compañeras Rocío de "Los dulces de Coco" y Mercedes del blog "Merce´s Cake" y verdaderamente los ingredientes han sido peculiares y la combinación de ambos de lo más original.
El primero de los ingredientes ha sido el poco conocido xilitol o azúcar de abedul, alternativa al uso de cualquier azúcar, sirope de ágave, miel o edulcorantes artificiales. Se obtiene de la corteza del abedul y tiene un 40% menos de calorías que el azúcar común y un índice glucémico bajo, por tanto es adecuada su utilización en dietas hipocalóricas y en diabéticos.
El xilitol se puede emplear en repostería ya que tanto su sabor como el dulzor que aporta a las recetas, es similar al del azúcar, además de ser estable a altas temperaturas. La proporción a añadir si queremos sustituir por azúcar de abedul, el azúcar en cualquiera de nuestras recetas, es la misma que si utilizásemos ésta.
El aguacate es el otro ingrediente elegido. Nunca antes lo había utilizado para preparar una receta dulce y me ha sorprendido gratamente su sabor. El aguacate nos aporta energía y a pesar de tener un alto contenido en grasa, ésta es una grasa saludable que ayuda a disminuir los niveles de colesterol, previene el envejecimiento de la piel, y ayudar a prevenir los infartos y enfermedades cardiovasculares entre otras.
Cuando mis compis de reto me dijeron los ingredientes que habían elegido, me quedé un poco descolocada. Al principio no se me ocurría ninguna receta que hacer, con el xilitol por desconocimiento y con los aguacates porque hasta entonces siempre los había utilizado para preparar guacamole, ensaladas, en definitiva, para recetas saladas.
En lo que he podido leer acerca de los aguacates en los postres, he visto que el chocolate combina perfectamente con ellos, al igual que con los calabacines. Esto último ya lo sabía, además ya había empleado esta verdura anteriormente para la preparación de este bundt cake glaseado con crema de cacahuete.
Así que me he animado y he utilizado aguacates y calabacín para hacer este bizcocho sin azúcar y luego lo he bañado con una cobertura de chocolate negro rico, rico. Os lo cuento a continuación.
BUNDT CAKE DE AGUACATE Y CALABACÍN CON COBERTURA DE CHOCOLATE
INGREDIENTESPara el bizcocho
- 300 gr. de calabacines rallados
- 75 gr. de pulpa de aguacate
- 350 gr. de harina
- 2 cucharaditas de levadura
- 75 ml. de aceite de girasol
- La ralladura de 2 limones
- 175 gr. de xilitol (se puede sustituir por azúcar)
- 3 huevos tamaño L (batidos)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el chocolate de cobertura
- 200 gr. de chocolate negro para postres
- 200 ml. de nata líquida para montar 35% M.G.
ELABORACIÓN
Calentamos el horno a 180º C y engrasamos un molde del tipo bundt cake con un poco de aceite. Yo he utilizado el molde "Vintage Star" de Nordic Ware.
Rallamos el calabacín y lo ponemos en un colador para que vaya escurriendo todo el líquido que suelte. Reservamos.
Tamizamos la harina con la levadura. Reservamos.
Trituramos el aguacate con el aceite en un procesador de alimentos hasta que quede una pasta suave.
En un recipiente ponemos el calabacín, la pasta de aguacate, la ralladura de lima, los huevos, el xilitol (o azúcar) y la vainilla y mezclamos bien. Agregamos la harina con la levadura y combinamos bien hasta que la masa esté homogénea.
Vertemos la masa en el molde y horneamos una hora aproximadamente o hasta que insertando un palito en el centro del bizcocho, éste salga limpio.
Dejamos 10 minutos en el molde que se enfríe un poco y transcurrido este tiempo pasamos el bizcocho a una rejilla para que se enfríe por completo.
Mientras preparamos la cobertura, para ello en un recipiente troceamos el chocolate. Calentamos la nata líquida en un cazo y cuando empieza a hervir la vertemos sobre el chocolate. La dejamos sin revolver durante 5 minutos y a continuación la mezclamos bien hasta que conseguimos una crema de chocolate homogénea.
Dejamos que se enfríe un poco y la vertemos sobre el bizcocho. Dejamos que caiga el chocolate sobrante sobre un plato. Cuando ha escurrido bien colocamos el bizcocho en una fuente o cake stand y el chocolate restante lo ponemos en una jarrita para acompañar el bizcocho.
Nota: Este molde es un poco grande para la cantidad de masa que obtenemos con esta receta, no se llena por completo el molde pero queda bien. También se puede utilizar un molde del tipo plum cake.
Ayer domingo, con la fruta de postre saqué también este bizcocho. Había mayoría de niños sentados a la mesa y sorprendentemente los que lo probaron quedaron encantados. Es verdad que no dije de qué era el bizcocho (a veces es mejor no saber los ingredientes). Estoy segura que si hubiera dicho que el bizcocho era de calabacín y aguacate la chiquillería hubiera empezado a poner caras raras.
Me ha sorprendido gratamente la esponjosidad de este bizcocho. Sin lugar a dudas la combinación de aguacate y calabacín aporta mucha humedad y hace que el bizcocho además de jugoso quede hueco y nada pesado.
Anteriormente había preparado bizcochos con calabacín pero os tengo que decir que mezclado con el aguacate el sabor es todavía más rico y especial. Os animo a que lo probéis. No os de miedo esta combinación, de verdad que os va a encantar.
Este mes el #retoalfabetodulce es un poco diferente, así que estoy ansiosa por ver todas vuestras recetas que como ya es costumbre, serán deliciosas, originales y un mes más, harán que entre todos creemos un completo recetario.
- lunes, septiembre 25, 2017
- 3 Comments
Tras dos meses en dique seco, o casi, porque en julio hice una tímida escapada a Rusia por aquello de no perder las buenas costumbres viajeras y reposteras, volvemos a nuestra cita mensual con el continente europeo y su repostería.
Ya os echaba de menos, ya echaba de menos hacer las maletas, coger la libreta y recorrer países en busca de recetas dulces tradicionales, en busca de costumbres que contaros y de ciudades y parajes que enseñaros en estos post para el los retos de #reposterasporeuropa organizados por Isabel de Gotas de Azúcar y Vainilla.
Hoy nuestro destino es Chipre, encrucijada entre Oriente y Occidente, en la que podemos encontrarnos con asentamientos prehistóricos, ciudades greco romanas, construcciones con raíces cristianas y bizantinas, herencia musulmana en sus mezquitas, castillos e iglesias góticas, joyas, todas ellas, salpimentadas con escarpados acantilados, playas de aguas turquesa y frondosos bosques de coníferas.
La "Isla del cobre", la "gran desconocida", goza de un patrimonio artístico, cultural y paisajístico extraordinarios. Esta isla, la tercera en tamaño del Mediterráneo, después de Sicilia y Cerdeña, se encuentra situada frente a Turquía y en ella, cuenta la mitología griega, nació del mar, surgiendo de la espuma, Afrodita, diosa de la belleza, el amor y la sexualidad.
Esta isla combina la belleza de sus playas con las tradiciones y la riqueza de su arte y restos arqueológicos. Hay tres lugares en ella que están declarados Patrimonio de la Humanidad: Paphos, las iglesias pintadas en la región de Troodos y el asentamiento neolítico de Choirokoitia.
La gastronomía de esta isla mediterránea está fuertemente influenciada de la cocina griega y turca. La comida tradicional chipriota comienza con el "mezze" o especie de aperitivos a base de ensaladas, patés de huevas de pescado, hummus, etc. A continuación una sopa de lentejas, un "tzatziki" o ensalada de queso y pepino, berenjenas guisadas, "moukentra" o lentejas con arroz y cebollas o una versión de los macarrones boloñesa llamada "pastitsio".
Como platos principales podemos optar por un pescado a la parrilla o el "stifado" o buey con cebollas y aceitunas, el "ofto" o carne de cordero asada o a la parrilla con hierbas aromáticas y patatas, la famosa "moussaka" o pastel de carne y berenjenas con queso, la "spanakopitta" o empanada de espinacas y queso feta, el "tava" o cordero con cebollas o el "suvlaki stin pita" que es una especie de kebab.
Y para terminar una buena comida, que mejor que un delicioso postre, que en realidad es lo que motiva todos nuestros viajes mensuales. Podremos elegir entre unos buñuelos de queso de cabra aromatizados con canela y azahar o "bourekia", o el famoso "galaktoboureko", pastel de masa filo, relleno de crema de origen griego y que ya preparé en nuestro viaje a Grecia, el "katäif" o dulce cilíndrico de almendra y miel o el "risogalo" o arroz con leche chipriota.
Y por último otro postre, de nombre impronunciable y delicioso sabor a naranja, que ha sido mi elegido: el "portokalopita", un pastel de naranja tipo "pie" preparado con pasta filo muy utilizada en la repostería chipriota, al igual que el tan famoso yogur griego. Si además lo acompañamos con una taza de café chipriota, similar al turco, muchísimo mejor. ¿Qué os parece si os cuento cómo se prepara?
PORTOKALOPITA
INGREDIENTESPara el pastel
- 100 gr. de azúcar
- 75 ml. de aceite de girasol
- 2 sobres de levadura
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 4 huevos tamaño "L"
- 250 gr. de yogur griego
- La ralladura de 1 naranja
- 7 hojas de pasta filo
Para el almíbar de naranja
- El zumo de 3 naranjas
- 100 gr. de azúcar
- La cáscara de 1 naranja cortada en juliana
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 190º C y engrasamos un molde redondo desmontable de 20 cm.
Desenrollamos la pasta filo y separamos 7 hojas. Las dejamos sobre una mesa para que se sequen y se hagan quebradizas y podamos romperlas en trozos.
En el vaso de la batidora de pie ponemos el azúcar y los huevos y batimos hasta que la mezcla blanquee y aumente de volumen. A continuación y sin dejar de batir, añadimos el aceite, la levadura, la vainilla, la ralladura de naranja y el yogur.
Por último rompemos las hojas de pasta filo en trozos sobre la masa y las mezclamos bien. Vertemos la masa en el molde engrasado y horneamos de 35 a 40 minutos hasta que esté dorado o hasta que insertando un palito en el centro éste salga limpio.
Mientras preparamos el almíbar. Para ello en un cazo ponemos el zumo de las tres naranjas y el azúcar y llevamos a ebullición. Cuando comienza a hervir, bajamos el fuego y añadimos la cáscara cortada en juliana y dejamos que se cocine unos 15 minutos. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Sacamos el pastel del horno y dejamos que se enfríe un poco antes de desmoldarlo. Cuando todavía esté templado añadimos el almíbar por encima para que se empape bien y dejamos que se enfríe por completo.
Podemos acompañarlo con una bola de helado de vainilla o un poco de nata montada a nuestro gusto.
Una verdadera delicia os lo aseguro, que os va a encantar por lo jugoso que está y el aroma que desprende. ¿Qué os voy a decir yo que me apasionan los cítricos?
Ya van quedando pocos países, los difíciles, o más bien, los menos conocidos, pero ya estoy deseando saber cual será nuestro próximo destino y es que cada vez me gusta más coger este avión y embarcarme en descubrir las tradiciones reposteras de los países europeos.
- viernes, septiembre 15, 2017
- 6 Comments
Ya se acabó lo bueno, o casi... Las vacaciones de verano tocan a su fin y ya, el que más y el que menos, está liado con la vuelta al cole de los niños. Otra vez toca forrar los libros, comprar uniformes, preparar las mochilas y sobretodo mentalizarse que queda un año para las ansiadas vacaciones de verano.
Espero que hayáis descansado, que hayáis empleado todo vuestro tiempo libre para hacer lo que más os gusta, para leer, pasear, disfrutar de más tiempo junto a la familia, para cocinar, para tomar el sol, para viajar o incluso para no hacer nada...
Hay que ver lo rápido que nos acostumbramos a lo bueno y lo que cuesta volver a la rutina. A mi este año me está costando un triunfo y es que descansar, lo que se dice descansar, no he descansado mucho. Tampoco he tenido buen tiempo de playa, que este año en el norte, más concretamente en Cantabria, el verano ha sido un poco desastroso, pero lo que si he hecho ha sido desconectar.
Y tanto he desconectado que me está costando Dios y ayuda volver a conectarme con la realidad. Pero no quería dejar pasar ni un minuto más sin escribir en el blog, que ya está bien no haber dicho ni "mu" en too el mes de agosto. Así que, y aprovechando que esta receta la tenía guardadita desde el año pasado en el cajón, os traigo un bizcocho que anuncia lo que se nos viene encima: el fin del verano y el comienzo del otoño, una estación preciosa pero que todos recibimos añorando los días de sol veraniegos.
Y os lo puede decir mi amiga Cristina del blog Un pedacito de cielo porque dio la casualidad que las dos, ya hace un año, coincidimos y ambas preparamos un bundt cake de higos, y que cuando lo vi en su Instagram, no pude resistirme a escribirla y contárselo... Aquí tenéis su bundt cake de higos que seguro que ya no os acordabais de él.
Total, que fui posponiendo su publicación y cuando me quise dar cuenta había pasado la temporada de higos, así que decidí esperar... y de hoy no pasa que sino, me veo como el septiembre pasado.
Este bundt cake además de contar con la mermelada de higos también lleva en su preparación dos ingredientes que a mi me parecen la mar de otoñales: la miel y los pistachos. No sé por qué, quizás por los colores que recuerdan a las mil y una tonalidades de las hojas de los árboles en esta estación.
Este bizcocho de color oscuro, es húmedo y está impregnado de sabor. Tanto la miel como el café expresso aportan mucha esponjosidad y jugosidad a la miga del bizcocho, tal y como se puede apreciar en las fotos y admite, además de la canela, especias como el jengibre o la nuez moscada.
BUNDT CAKE DE MIEL, PISTACHOS Y MERMELADA DE HIGOS CON CREMA DE QUESO Y NARANJA
INGREDIENTESPara el bizcocho
- 220 gr. de harina
- 2 cucharaditas de levadura
- ½ cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de canela
- 115 ml. de aceite vegetal
- 3 cucharadas de ron
- 340 gr. de miel
- 200 gr. de mermelada de higos
- 300 gr. de azúcar glacé
- ½ taza de pistachos
- 3 huevos tamaño L
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- ½ taza de café expresso (frío)
Para la cobertura
- 225 gr. de queso crema
- 75 gr. de mantequilla (pomada)
- 150 gr. de azúcar glacé
- 1 cucharada de zumo de naranja
- 2 cucharaditas de ralladura de naranja
- 1 cucharadita de ron
- ½ cucharadita de extracto de vainilla
- 1 pizca de sal
Para la decoración
- Higos
- Pistachos
- Ralladura de naranja
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 180º C. y engrasamos un molde de bundt cake.
Tamizamos los ingredientes secos. A continuación en un recipiente mezclamos la harina, la levadura, la sal y la canela. Hacemos un hueco en el centro y añadimos el aceite, la miel, el azúcar glacé, los huevos batidos, la vainilla y el café expresso.
Batimos bien asegurándonos que los ingredientes se mezclan bien y la masa es homogénea. Una vez que estén perfectamente combinados, agregamos la mermelada de higos y mezclamos bien. Vertemos la masa en el molde previamente engrasado y horneamos durante unos 50 ó 60 minutos, o hasta que insertando un palito en el centro del bizcocho, éste salga limpio.
Dejamos enfriar en el molde durante 10 minutos y desmoldamos sobre una rejilla para que el bizcocho se enfríe por completo.
Mientras se enfría el bizcocho, vamos a preparar la cobertura, para ello en el vaso de la batidora de pie ponemos a batir el queso crema con la mantequilla. Añadimos la ralladura y el zumo de naranja, el ron, la sal y el extracto de vainilla y batimos hasta que estén perfectamente integrados.
Añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que la crema esté suave.
Colocamos el bizcocho en un plato o en un cake stand y cubrimos con la crema de queso. Decoramos con unos higos, ralladura de naranja y trocitos de pistachos.
Rico ¿verdad? Qué os parece si nos sentamos a merendar, y os sirvo un buen pedazo de bizcocho con una taza de café o té bien calientes. Vais a repetir casi seguro.
Os doy la bienvenida de nuevo a Cook the cake. Espero que muy pronto ya os tenga a todos por aquí como siempre y nos pongamos todos manos a la obra y preparemos nuevas recetas para esta nueva temporada otoño-invierno que se avecina.
Mientras tanto os dejo con este bundt cake para abrir boca, para recordaros que ya toca ponerse el delantal y encender el horno.
Y a los que todavía seguís de vacaciones o acabáis de empezarlas, os deseo un muy feliz descanso. ¡Disfrutad!
- jueves, septiembre 07, 2017
- 8 Comments