No os lo váis a creer pero nunca había visto los dibujos animados de Bob Esponja. Le tengo un poco de manía, no sé por qué, pero es que me parece un poco repelente....

Cuando me encargaron esta tarta para el 4º cumpleaños de Jorge, me entró un poco de mieditis. Tenía que ser una tarta de Bob Esponja, pero no una tarta de Bob Esponja cualquiera ¡¡¡noooooo!!! Jorge quería una tarta con la casa de Bob Esponja y sus amigos...


Empecé a documentarme: fotos de los amigos, de la casa, etc. y sobretodo a pensar cómo hacer la tarta.

Y así comenzó todo...


Y es que a Bob le encantan las medusas y las cangreburgers del restaurante de su amigo el Sr. Cangrejo.


Y con esta premisa y la que me dio la madre de Jorge "que tenga muchooooooo chocolate", me puse manos a la obra.


El bizcocho de la tarta era de chocolate, of course, mojado con almíbar también de chocolate. Estaba relleno y cubierto de ganaché de chocolate negro y con una capita de mermelada de fresa.

Utilicé fondant Sodifer para cubrir la tarta y hacer las figuras y la coloqué sobre una base cubierta de goma eba naranja.


Ya sabéis (yo no lo sabía) que Bob es una esponja (bueno hasta ahí si llegaba), que vive en una piña en el fondo del mar. ¡¡¡Esto es de locos!!! ¿Una piña en el fondo del mar? En fin...


Y tiene muchos amigos.

Patricio, la estrella de mar. Uno de los mejores amigos de Bob, con el que comparte sus juegos y su pasatiempo de pescar medusas.




He disfrutado muchísimo haciendo esta tarta a pesar de que al principio no me hiciera mucha ilusión el tema. Pobre Pati, la tuve toda la semana en ascuas. A pesar de todos sus whatsapps, no solté prenda.


La cara de Jorge habla por si sola. ¡¡¡¡Alucinado se quedó!!!!